Y un día
volví…
No pasó un
día, no pasó un mes ni un año…
Quizás
nadie se haya dado cuenta de mi ausencia, a veces creo que ni yo me percaté que
había dejado este espacio, hasta que…
¿Alguien quiere
saber qué pasó que volví?
No sé si
habrá una sola razón pero si una que puso mi vida patas para arriba…
Volví
porque ahora mis días son muy largos, porque tengo tiempo para todo, a veces
demasiado…
Concretamente,
volví porque me quedé sin trabajo y al parecer esas ganas de escribir
reprimidas, o por falta de tiempo o por mantener la cabeza ocupada en otras
cosas, florecieron.
Mi libido
estaba ahí, en el trabajo, en ejercer mi profesión que tanto amo, y eso hizo
que con el paso del tiempo deje de lado ese sentimiento que sentía por la
escritura.
En fin,
puede que la principal razón sea el desempleo pero en vez de fijarme en las
causas prefiero centrarme en el ahora, en que en el medio de la desesperación
por conseguir trabajo estoy acá, frente a la pc y en el jardín de mis papás… aah
porque sí, este 2018, además de dejarme sin laburo, me dejó viviendo de mis
padres por un tiempo, un tiempo prudencial para darme cuenta que los amo pero
que vivir solo es algo realmente hermoso.
Y si de
2018 hablamos, no sabría por dónde empezar.
Este blog nunca se dedicó a
contar sobre mi vida y creo que en las líneas anteriores conté demasiado, por
eso prefiero ahora sí, centrarme en el 2018 de las mujeres (yo también estoy
incluida ahí).
2018 =
Lucha femenina
Como dije,
en este blog no voy a contar cosas personales pero quizás en este texto deje en
claro mi posición en cuanto a la revolución verde. Perdón a quién no comparta
mi punto de vista, aunque últimamente no me importe demasiado la opinión ajena,
quizás esta nueva década que atravieso haya sido otro causante de que vuelva a
este sitio y de que me importe poco algunas cosas.
En esta
tercera década me di cuenta el tiempo que perdí por no haberme involucrado en
la lucha feminista, tiempo en el que me sumé a frases machistas que ahora las
escucho y me dan impotencia, bronca y hasta asco. Y no es por justificarme,
pero claramente estaba muy ajena a una realidad que muchas mujeres pasan sobre
todo respecto al aborto, que cegera femenina existe también sobre ese tema.
Tanto yo como otras amigas/conocidas pudimos cambiar de parecer gracias a que
muchas otras nos destaparon los ojos.
Y gracias a
eso me siento feliz de poder, también, luchar contra los patrones machistas con
los que me educaron, desde algo tan simple y cotidiano como “hijo vos no
levantes los platos, lo hacemos con tu hermana”, a algo más grave como “mirá
que linda cola que tenés, te tocaría toda” (frases para ser sutil)
Quizás me
haya ido un poco por las ramas, empecé hablando de mis pérdidas del 2018 y
terminé hablando de los logros que consiguieron las mujeres… Nada es casual, ¿no?
En fin,
aquí estoy, volví y espero conseguir trabajo pronto.
También
espero que no me coma la vorágine del día a día laboral y seguir despuntando mi
vicio en este espacio.
Poético blog, te animo a continuar. Saludos.
ResponderEliminarGracias Jorge, es bueno saber que ha alguien del otro lado!
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