Este domingo 25 de
octubre se celebraron las votaciones que decidirán los futuros 4 años y con
ellas muchas aristas se pueden comentar. Lo más impresionante fue el triunfo
del partido Cambiemos, que a pesar de que todavía faltan el 30% de los
resultados oficiales, muchos candidatos salieron a festejar su victoria mientras
otros se mostraron prudentes, una prudencia que no se generó por respeto sino
por una esperanza de que los números cambien.
Mientras, Maria
Eugenia Vidal festejaba su, supuesto, triunfo como gobernadora de la Provincia
de Buenos Aires, militantes del partido Frente Para la Victoria dejaban el
bunker y hasta se los veía llorando, un llanto desconsolador que hacia pensar
que todos los logros del kirchnerismo iban a ser perdidos.
Y a pesar de que
todo sigue siendo supuesto, Macri festejaba su triunfo de llegar a la segunda
vuelta mientras que Scioli salió a convocar a los indecisos, no habló de
balotaje pero en su interior sabía el fracaso estrepitoso que tuvo su partido
en varias localidades del país. El color naranja se comenzaba a desteñir entre
las caras largas de los militantes que quedaban solos en el bunker, ya que los
funcionarios del gobierno nacional no dieron la cara después de las 23hs.
El conurbano
bonarense fue la estrella de las elecciones, siempre se supo que ganar en tal
territorio te asegura un rotundo triunfo y, en este caso, sucedió lo que nadie
imaginaba. Los barones del conurbano quedaron desplazados por las nuevas caras
del PRO-CAMBIEMOS. Ahora resta pensar si el cambio se dio por la esperanza de
los bonaerenses de tener algo distinto o por el cansancio de que siempre
gobierne lo mismo, de igual forma el conurbano sorprendió con el corte de boleta
dejando a Anibal Fernandez callado y a esa centroderecha, que representa Macri,
en la cresta de la ola.
Los medios de
comunicación, mientras tanto, actualizaban los resultados con el 74% de
las mesas
escrutadas e imágenes de un bunker naranja expresando desconsuelo con
mensajes violentos: "LA PUTA OLIGARQUIA NO GOBIERNA" y esos mensajes
abandoron el Luna Park queriendo creer que era una pesadilla que mañana
pasará. Lo cierto es que el FPV nunca pensó que estos, parciales,
resultados se podrían dar, ahora resta ver qué sucederá en la segunda
vuelta entre Mauricio Macri y Daniel Sciol.