Pleno verano. Un grado más, una página más. Hoy es el día. Hoy es el día para refrescar las ideas, para tener ganas y animarse a jugar entre los renglones imaginarios.
Y aquí estoy: escribiendo. Porque escribir es soñar con algo distinto, no es sólo contar. Hoy escribo para que mis palabras no queden ocultas tras un archivo de word, para hacerme cargo de cada elección, de cada pensamiento. Y sobre todo, hoy escribo para serle fiel a quién me enseñó a querer el mágico oficio de escribir. Un oficio para algunos, una pasión para mí.
En fin, hoy mis ganas se materializaron, hoy voy a construir algo.

viernes, 27 de enero de 2012

Derechos Humanos


¿Qué es eso de los derechos?

Cada país, cada provincia, cada ciudad, cada ser humano necesita sentirse cuidado, necesita estar seguro que alguien lo va apoyar, y no se trata de un amigo o pariente sino del Estado. Un estado que brinde protección, que no sólo baraje palabras sino que se resplandezca de acciones. Porque toda persona merece su libertad, su dignidad sin importar raza, color o religión.

Ley, leyes y más leyes. Un tire y afloje de límites.
De la población                       a                                los gobiernos.
De los gobiernos                     a                                la población.
La multitud participa del régimen con su voto, ¿quién se apodera de la voz? Un voto servidor para los dominadores, un voto que muchas veces no se tuvo en cuenta y otras tantas se anuló. Pero siempre la multitud alza la voz.
Ley, leyes y más leyes. Un tire y afloje de límites.
Cambios. Los grandes cambios en las ciudades se plasmaron, y todavía se dan, en otro órgano vital del gobierno: La Constitución. A simple vista un libro, con todo lo que eso implica, pero ¿un libro puede gobernar un país?
Un libro, La Constitución. Muchas veces moderna o suprimida,  justa para algunos, despreciada por otros. Violada y hasta respetada.
Un libro puede que no administre una nación pero con buenos gobernantes las palabras, que marean a La Constitución, dejan de ser sólo palabras y se transforman en acciones concretas.
  La Constitución es un documento que busca garantizar al pueblo sus derechos y libertades. Derechos modernos o suprimidos, oligárquicos, provisionales, justos para algunos o despreciados por otros. Violados y hasta respetados.
Los Derechos Humanos se crearon para replantear el conocimiento humano, por que el hombre ya no es capaz de respetar a la misma especie humana; el hombre es depredador de sí, no respeta a sus pares y, muchas veces, ni a él mismo. Un poco de desconsideración otro poco de individualismo.
Y los derechos siguen su curso, para bien o para mal.
Un curso que comenzó en 1948, cuando se proclamó La Declaración Universal de los Derechos Humanos,  tras la segunda guerra mundial y la derrota del nazifacismo.
Una iniciativa dada en la asamblea general de la ONU y aprobada por cuarenta y ocho a favor y ocho abstenciones. Pero eso sí, no hubo un solo voto en contra. Parece que el clima no está de acuerdo en ir contra los derechos, parece que la sociedad no quiere otro genocidio y ataques a la raza humana dados por el nazismo y fascismo.
El preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos muestra un contexto del porqué son tan importantes los derechos inherentes e intransigidles del ser humano:
"Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen base en el reconocimiento de la dignidad intrínseca y en los derechos iguales inalienables de todos los miembros de la familia humana"

Sin embargo, los derechos humanos podrían no existir si no fuera porque el mundo consta de clases sociales, desigualdades, diferentes razas, religiones, culturas, políticas y hasta colores de piel.
Podría no haber peleas ni marchas ni guerras, que arrastren miles de victimas, ni la constante obligación de querer superarse y no por orgullo propio sino por los demás y menos la existencia de esa mirada despectiva hacia el otro.
Pero no. Por lo menos, en esta sociedad esas utopías son sólo ausencias. Y por eso se escribieron cada uno de los artículos, como el artículo 1: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”.
 Apartados que resuenan en una sociedad con diferencias y con la necesidad de ser regidas por un gobierno que ejecute los derechos y se acuerde de prohibir lo inapelable.  
Ley, leyes y más leyes. Derechos humanos creados para replantear el conocimiento humano. 

Solange Condurso

lunes, 23 de enero de 2012

Sequía


Una seca realidad

¿Cómo expresarlo? Mil palabras, sentimientos y gestos nacen al mirar la fotografía y ni decir al observar ese fenómeno en vivo y en directo como me sucedió a mí.
Llega el verano y todos piensan en sus vacaciones, en disfrutar los días al aire libre, en la pileta, etc. Sin embargo, muy poco se dan cuenta lo que sucede en realidad.
Una sola palabra: sequía, pero miles de sensaciones.
La ausencia de la lluvia dejó marcas irreparables y provocó que el Gobierno de Argentina declare emergencia agropecuaria en cinco provincias severamente afectadas, informaron fuentes oficiales.
Si hacemos un poco de historia se puede recordar que en el 2008 Argentina perdió 35,4 millones de toneladas de granos a raíz de la peor sequía sufrida desde comienzos del siglo XX como consecuencia del fenómeno climático "La niña".
Pérdidas que vuelven para ser perdidas este 2012. Pérdidas que no sirvieron para remediar. ¿Será que no se aprende de los propios errores? ¿Será que la naturaleza vuelve a vengarse del hombre?
Porque no todo tiene que ver con pérdidas económicas (aunque sea de lo único que se habla) sino con pensar en los hermosos paisajes que la Argentina tiene y no poder aprovecharlos, no poder admirarlos. 
La tierra se endurece, se agrieta y deja ver ese suelo que antes tapaba el agua, ese suelo que era habitado por peces y que sentía una húmeda caricia.
Ahora sólo se ven esas grietas y un escenario triste dónde un par de lágrimas no son suficientes.


Solange Condurso

Operación Traviata: el análisis

Agujeritos en la historia argentina

¿Quién es Ceferino Reato? ¿Usted lo conoce? En el ambiente periodístico se sabe: es periodista y trabaja, desde el 2005, en el diario Perfil como jefe de editores. Este dato puede servir para entender por qué el escritor y periodista habla contra el gobierno kirchnerista, a tal punto de dedicarle gran parte de su prólogo del libro, Operación Traviata. Allí cuenta su pasado, delata vínculos de Néstor Kirchner y lo hace parte de la década de los ´70, de una “herencia setentista” (título del prólogo). 
¿Y Ceferino Reato? Quienes no frecuentan desde adentro el ámbito del periodismo es muy posible que no lo conozcan. Sin embargo, el anonimato del autor se ahogó en cada tinta derramada del libro “Operación Traviata”. Sí, sin siquiera imaginarlo, Reato se convirtió en un testigo de la causa sobre la muerte de Rucci. Sin siquiera imaginarlo, Reato vendió una cifra de casi 45mil ejemplares y ocho reediciones. Y, a partir de ese momento, el autor se convirtió en una figura pública. La repercusión política de su trabajo, entre otros efectos, generó la reapertura de la causa Rucci.  
 Ceferino Reato es algo más que un simple autor. Su libro puede pertenecer al género periodístico como al de novelas. Un libro que salió a las calles para contar una realidad que muy pocos conocen, para contar una realidad que los manuales de secundaria omiten.
Parece que a Ceferino no le importó el paso del tiempo. Treinta y cinco años entre el libro de Reato y los hechos que investiga y aclara. Treinta y cinco años para entender porqué mataron a Rucci.
Y ¿quién era Rucci?: secretario general de la CGT y la mano derecha, el hombre leal de Perón, todo enmarcado en la década del ´70.
Operación Traviata nació para contar un suceso, un asesinato, una época que quedó en la memoria de todos. Nació con el fin de investigar con rigor histórico un hecho crucial en la historia política argentina, como fue el asesinato de José Ignacio Rucci, el 25 de septiembre de 1973.  La investigación cuenta con pruebas y fundamentos sobre un hecho que sirvió para que se afianzaran los sectores que promovían el vuelco hacia la acción militar.
 Reato aportó una evidencia más de un asesinato con múltiples interpretaciones: algunas contundentes, otras tan simplistas que eluden a la realidad y muchas veces la tergiversan. Argentina, en la actualidad, muestra una fuerte relación con el uso de la historia para justificar el presente. Una historia que genera debates y discusiones, como es el caso de los juicios a represores utilizados por la política de Derechos Humanos del actual gobierno. Una historia que Ceferino Reato quiso destapar para así generar debates en cuanto al tema y hacer entender que el asesinato de Rucci también es un crimen de lesa humanidad, también atentó contra una vida.
En cuanto al corazón de Operación Traviata se puede decir que generó un resultado inesperado, un resultado que gritó contra el olvido.
Si se toma sólo un artículo del libro se ve cómo se vivía en esa época, cómo se sentía la política en los años ´70.
El capítulo 4 se titula “El último tango” y, al compás de esa música Reato escribió los días antes del asesinato del secretario de la CGT. Todos los apartados del libro comienzan con una cita que termina subrayando la parte importante de ese capítulo. Citas que enaltecen la voz de Perón, de Rucci, de Los Montoneros, de todos los actores de los ´70.
“Espero que todos los integrantes del consejo directivo de la CGT y de las 62 Organizaciones den un paso al costado. Yo conozco a todos esos sindicalistas, y ahora me gustaría gobernar con gente leal, confiable”, palabras de Perón hacia Rucci, el lunes 24 de septiembre de 1973. Se ve que Perón tenía total confianza en Rucci. Se ve que Rucci era el alfil del nuevo presidente de la Argentina. 
Con tan sólo dar vuelta la página y llegar a la segunda hoja del capitulo 4 se nota cómo Perón le prestaba real atención al secretario de la CGT. Tal es el caso, que unas horas después de que Perón hubiera logrado el triunfo sobre Cámpora (elecciones de 1973), Rucci llamó al entonces presidente y en su lugar atendió su secretario privado: Lopéz Rega. Según el diálogo que entablaron Rucci y el secretario se notó que no se tenían simpatía: “Como siempre vos no entendés nada, pelotudo, yo hablo sólo con el General. Así que no me hagas enojar y pasame con él…. Lopéz Rega obedeció y al cabo de unos minutos apareció la voz triunfal de Perón”. Parecía que Rucci además de no tener simpatía con Lopéz Rega, se sentía muy seguro en cuanto a la relación con el presidente, sabía que era su mano derecha, su hombre de confianza.
Al seguir la tinta desparramada uniformemente por el apartado se llega a otra conclusión. Rucci no era sólo un hombre de la política. El libro muestra las tensas relaciones generadas por los diferentes grupos, las tensas relaciones de la política. Pero también se encuentran momentos de distensión. Todos eran humanos y, en este caso, Rucci tenía familia, no sólo se rodeaba de gente del gremio.
Entonces, se muestra al secretario general de la CGT más pacífico y más comprensible. Se lo rodea de su ámbito familiar y se demuestra la debilidad que tenía por sus hijos: “El sueño tranquilo de sus hijos hizo que Rucci se sintiera en paz. Se sentía fascinado por Perón, pero nada le daba más placer que observar a sus hijos cuando dormían”. Una debilidad que lo convertía en un cómplice de sus propios retoños: “Aníbal aprovechó el descuido de su madre para mostrarle algunas pruebas del colegio en las que no había ido bien” A esto Rucci sólo contesto: “No importa, Aníbal. Seguro que en la próxima vas a mejorar” y con esas cálidas palabras acostó a su hijo y disimuló esa charla frente a su esposa.
Pero no sólo con su familia demostraba debilidad y tranquilidad. Con sus custodios y cuando no estaba en un ámbito político se lo veía como uno más, como en un grupo de amigos que compartían una cena. A tal punto que sus protecciones se sentían con total confianza para llamarlo: “El Petiso”, apodo que se ganaba Rucci cuando estaban solos.
En fin, el libro es singular por su aporte teórico a la relación entre historia y política, por el uso de esta relación en la Argentina y por el esclarecimiento de un hecho histórico central y controvertido.
¿Por qué “Operación Traviata”?: fue el nombre que tomó el operativo para eliminar a Rucci. ¿Traviata? ¿De qué habla, de las galletitas? Típico pensamiento al ver por primera vez el titulo del libro. La cantidad de balazos que recibió Rucci formaron agujeros similares a los de la galletita.
“Operación Traviata”, el título del libro de Ceferino Reato. Un libro que cuenta quiénes, cómo y por qué mataron al secretario general de la CGT, a partir del triángulo de relaciones entre Perón, Los Montoneros y el sindicalismo.
Para terminar, se puede decir que Operación Traviata es el resultado de una obra que describió una época amarga. Un libro escrito con un estilo novelesco y con un ritmo vertiginoso.

Solange Condurso