Pleno verano. Un grado más, una página más. Hoy es el día. Hoy es el día para refrescar las ideas, para tener ganas y animarse a jugar entre los renglones imaginarios.
Y aquí estoy: escribiendo. Porque escribir es soñar con algo distinto, no es sólo contar. Hoy escribo para que mis palabras no queden ocultas tras un archivo de word, para hacerme cargo de cada elección, de cada pensamiento. Y sobre todo, hoy escribo para serle fiel a quién me enseñó a querer el mágico oficio de escribir. Un oficio para algunos, una pasión para mí.
En fin, hoy mis ganas se materializaron, hoy voy a construir algo.

martes, 17 de julio de 2012

Vivir con valentía y sin prejuicios: tercera adopción de un bebé con síndrome de down


Una familia que decidió darle una nueva oportunidad a otro niño con capacidades diferentes. Una familia que deja de lado los miedos y dudas y elige apostar por un hogar numeroso y lleno de amor.

Sergio y Fernanda decidieron tener muchos hijos, no sólo biológicos, sino también darle la posibilidad a bebes con síndrome de down, y así es como, actualmente, tienen cinco hijos: Candelaria de 16, Felipe de 10, Rosario de 5 y Benito de 3, sin embargo no se descarta la posibilidad de una tercera adopción.

La historia de darles la oportunidad a niños abandonados con síndrome de down de tener su propio hogar nació hace más de 6 años cuando esta familia tucumana perdió a causa de leucemia a su primer hijo down adoptado. Y luego de tal devastadora situación Sergio y Fernanda no bajaron los brazos y adoptaron, un año después, a Rosario, otra bebé con síndrome de down, otra posibilidad, otra decisión de “amor maravillosa”.

En este recorrido, la familia Guette recordó como fueron esos pasos para agrandar la familia: “al principio fue aprenderlo todo; cómo tratarlo, hacer la estimulación, en casa participar de juegos con sus hermanos. Aprender a tener a paciencia, porque ellos tienen sus ritmos, sus tiempos y animarnos a vivir de fiesta porque cada cosa que logran es una fiesta y aprendimos a disfrutarlo”.

Las cabeceras de la familia no son los únicos que creen en semejante decisión, sus hijos biológicos también entienden que tener hermanos con síndrome de down es una experiencia “espectacular” y que sus padres deben formar parte de un libro que se llame “personas valientes, por animarse a enfrentar los cuestionamientos del mundo exterior y sobre todo por lidiar con las enfermedades que pueden llegar a tener sus hermanos, ya sea problema de tiroides, de corazón, etc.

El camino que los Guette recorrieron, y lo siguen haciendo, les dio la posibilidad, también, de conocer a otros padres decididos a brindar el mismo amor que ellos hacia chicos con síndrome de down. Entonces se conformó un grupo que con el tiempo se convirtió en una fundación. Hoy se llama Down is Up y cumplen el rol de visitadores de los padres primerizos.

“Cuando vamos a visitar a los padres a los hospitales, vemos que al principio están todos mal, parece que hubiera muerto alguien y vos al tiempo ves que esa familia es otra”, manifestó Sergio.

Su esposa, Fernanda, coincide en todo lo que su marido dijo, sólo agregó: “la gente cuando ve que alguien se anima, cuando uno hacen el bien y busca el bien, se contagia”.

Un contagio sanador, un contagio que décadas atrás era impensado y que hoy ayuda a combatir el prejuicio de miles de padres y el abandono de miles de chicos con síndrome de down. Todo es cuestión de amor, valentía y sobre todo dedicación y creencia.