Un número más, una lágrima más
El
chico de 20 años, Lucas Menghini Rey, apareció muerto en el cuarto vagón del
tren Sarmiento.
El
22 de febrero de 2012 un ferrocarril de la línea Sarmiento chocó contra el
andén en Once. Como consecuencia hubo 50 muertos, 700 heridos y una angustia,
una impotencia y un caos desmedido.
A
partir de ese día varias personas desaparecieron, no estaban ni en los
hospitales ni en la morgue y entonces se comenzó una incesante búsqueda de la
gente desaparecida. Entre ellos, Lucas Menghini Rey, un joven de 20 años que
subió al tren en la estación de San Antonio de Padua y nunca más se lo volvió a
ver hasta el día de hoy que apareció en el cuarto vagón del ferrocarril.
La
estación de Once, al llegar la triste información sobre Lucas, se convirtió en
el escenario de una bronca y un llanto inseparable. Y ahora, tardía y
lamentablemente, el número de victimas pasó a ser de 51 muertos.
Me
pregunto como tres días después de semejante incidente se encuentre a una
persona y no se haya hecho la búsqueda el mismo día que sucedió la tragedia.
Y
deseo, como creo que lo espera toda Argentina, que los fallecidos de esta
tragedia no queden sólo en un número más, no sean sólo una estadística para que
así puedan cambiar las cosas.
Con
respecto al secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi,
sólo queda decirle que no se llene la boca hablando de teorías que nada tienen que
ver con la realidad y que de una vez por todos los políticos demuestren interés
por los argentinos para no lamentar más muertos, para no seguir perdiendo
gente.