Pleno verano. Un grado más, una página más. Hoy es el día. Hoy es el día para refrescar las ideas, para tener ganas y animarse a jugar entre los renglones imaginarios.
Y aquí estoy: escribiendo. Porque escribir es soñar con algo distinto, no es sólo contar. Hoy escribo para que mis palabras no queden ocultas tras un archivo de word, para hacerme cargo de cada elección, de cada pensamiento. Y sobre todo, hoy escribo para serle fiel a quién me enseñó a querer el mágico oficio de escribir. Un oficio para algunos, una pasión para mí.
En fin, hoy mis ganas se materializaron, hoy voy a construir algo.

viernes, 24 de febrero de 2012

Apareció el cuerpo de Lucas


Un número más, una lágrima más

El chico de 20 años, Lucas Menghini Rey, apareció muerto en el cuarto vagón del tren Sarmiento.

El 22 de febrero de 2012 un ferrocarril de la línea Sarmiento chocó contra el andén en Once. Como consecuencia hubo 50 muertos, 700 heridos y una angustia, una impotencia y un caos desmedido.
A partir de ese día varias personas desaparecieron, no estaban ni en los hospitales ni en la morgue y entonces se comenzó una incesante búsqueda de la gente desaparecida. Entre ellos, Lucas Menghini Rey, un joven de 20 años que subió al tren en la estación de San Antonio de Padua y nunca más se lo volvió a ver hasta el día de hoy que apareció en el cuarto vagón del ferrocarril.
La estación de Once, al llegar la triste información sobre Lucas, se convirtió en el escenario de una bronca y un llanto inseparable. Y ahora, tardía y lamentablemente, el número de victimas pasó a ser de 51 muertos.
Me pregunto como tres días después de semejante incidente se encuentre a una persona y no se haya hecho la búsqueda el mismo día que sucedió la tragedia.
Y deseo, como creo que lo espera toda Argentina, que los fallecidos de esta tragedia no queden sólo en un número más, no sean sólo una estadística para que así puedan cambiar las cosas.
Con respecto al secretario de Transporte de la Nación,  Juan Pablo Schiavi, sólo queda decirle que no se llene la boca hablando de teorías que nada tienen que ver con la realidad y que de una vez por todos los políticos demuestren interés por los argentinos para no lamentar más muertos, para no seguir perdiendo gente.


Un muerto más, un cuerpo que podría haber sido salvado el mismo día del incidente. Una víctima más demuestra que los responsables de nuestro país no están capacitados para afrontar semejante tragedia y que nada hacen para evitarla. 

miércoles, 22 de febrero de 2012

Accidente Ferroviario


De un carnaval a una tragedia

Argentina vuelve de un fin de semana de carnaval y se tropieza con una tragedia.
En la estación de Once, ésta mañana precisamente a las 8.30, un ferrocarril de la linea Sarmiento chocó contra el anden donde termina su recorrido. A causa de este incidente hay 49 muertos y 600 heridos.
Y por la misma causa la estación de Once se volvió un completo infierno llena de incertidumbre, lágrimas, gritos y desesperación. Decenas de ambulancias del SAME (Sistema de Atención Médica de Emergencia), bomberos y policías llegaron a socorrer a las victimas y a informar que hay gente muerta.
 Entonces los hospitales colapsan y los responsables no saben que decir. En conferencia de prensa, el secretario de Transporte de la Nación,  Juan Pablo Schiavi, informó que el conductor del tren “estaba descansado” y que sus “antecedentes laborales son muy buenos”. Sin embargo, del estado del transporte público no hizo comentarios.
Por otra parte, los pasajeros cuentan que el ferrocarril en la “estación de Flores no frenó” y que “salía humo del tren”.
Dichos y mas dichos, pero desde que se desató ésta tragedia miles de personas deambulan por las calles de Buenos Aires en busca de sus familiares. Los hospitales no alcanzan y ni ellos ni el Gobierno parecen tener gente capacitada para dar respuesta a la búsqueda de los pasajeros heridos. Números de teléfono y mails brindados por el Gobierno que no dan respuesta alguna y los medios de comunicación parecen ser el único medio, valga la redundancia, que sirve para buscar a los heridos. Todas las pantallas muestran fotos, desesperación, declaraciones: “Busco a mi hermano; busco a mi prima”, etc de los familiares de los pasajeros.
En fin, un escenario de desesperación e incertidumbre que sigue después de haber pasado 10 horas del incidente. Horas colapsadas de angustia, de relatos y de políticos que tratan de salvar su pellejo mientras el pueblo busca a su gente.
Lamentablemente en Argentina cuando ocurren las desgracias todos se acuerdan de lo que falta: gente capacitada para brindar información, un poder al que no le importa la gente, un transporte público que lejos está de ser apto para viajar (sí hay aire acondicionado, sube y vidrios polarizados pero en coches del año 40), etc, etc. Sin embargo, hay que reconocer el trabajo impecable del SAME y los bomberos que socorrieron al instante a los heridos y determinaron los grados de gravedad para poder trabajar ordenadamente.
En fin, con sus pro y sus contra fue y es una tragedia que se suma a una negligencia más en Argentina.
Desde éste humilde espacio brindo el listado de heridos y lugares en los que fueron internados (de Agencia TELAM) http://www.telam.com.ar/nota/16519/ #telamsociedad

 


martes, 21 de febrero de 2012

Murgas


Murgas allá a lo lejos

Los argentinos solemos copiar a los europeos en sus costumbres, en su arquitectura, en sus leyes, en sus invenciones para así traerlos a nuestras tierras e innovar con cosas ajenas. “En Europa se usa mucho y tiene buenos resultados”, decimos cada vez que se implementan ideas extranjeras.
Sin embargo, ésta vez sucedió lo contrario.
Cuando se pronuncia el término murga se asocian cientos de otras palabras, como por ejemplo: carnaval, disfraces, color, fiesta, espuma, baile.
Pero en simples palabras, ¿qué es la murga?: es un género de música popular, practicado en diferentes países, durante alguna festividad como el carnaval. En Argentina se practica en cada provincia tanto en un corsodromo como en la misma calle rodeada de gente, coloridos disfraces, bombos y niños que pintan las calles con espuma.
Aquí en Argentina y más precisamente en Buenos Aires la murga se desata en las calles cortadas de cada barrio donde se articula lo artístico y lo social.
Este modo de arte tan particular patea barreras, idiomas y hasta el mismo clima. En Argentina el calor hace que la gente salga a la calle y trasmita la festividad murguera. Mientras que en Europa la gente decide combatir el frío a través de cada paso, de cada baile murguero.
Tanto Roma, Nápoles, Bélgica y otros tantos países europeos decidieron copiar una costumbre argentina, decidieron contagiarse de la alegría que transmite la murga y trasladarla por las heladas calles. Los bombos, los coloridos trajes y las ganas de moverse derriten la escarcha invernal y alegran cada día y cada noche helado de carnaval.
Por ejemplo, en Roma existe un grupo de gente llamado “Patas Arriba” que sale a la calle a divulgar un género artístico diferente, gracias a una argentina con domicilio en Italia la murga traspasó varias fronteras.
Allá el frío y la nieve, aquí el calor, pero en ambos lados la murga: un modo de hacer arte que a la vez tiene la función social de sacar la gente a la calle y vivir un momento a puro carnaval.     








lunes, 6 de febrero de 2012

Vacaciones


El mar en pañales

Llega el verano y la gente organiza sus vacaciones. ¿La playa o la montaña? ¿El frío o el calor?
Pero, ¿alguien piensa en los bebés?
En Buenos Aires o en la montaña o en la playa el sol está, el problema es de qué forma hay que sentirlo, hay que tomarlo, hay que mirarlo.
En el mar o en la montaña se ven nenes.
Bebés de un lado                                                                                                             a otro.
Imágenes que van y vienen.
Imágenes que dicen mucho y otras que nada aportan.
La imagen de un nene menor de dos años expuesto al sol, la arena y el mar, ¿qué transmite?


Pasé mis vacaciones en la costa atlántica argentina y vi familias enteras disfrutar de la playa. Mamás, papás, abuelos y abuelas, tíos y tías y sobre todo bebés.
Entonces pensé: ¿sería descabellado pensar en un año sin vacaciones?
¿Por qué privarse de las vacaciones si trabajé todo el año?
¿Por qué no irse a la playa?
¿Por qué no disfrutar de al menos 5 días relajados en la costa o en dónde uno quiera?
Y para todas esas preguntas tengo una sola respuesta: POR LOS BEBÉS.
¿Por los bebés?: Sí. No se si alguien se puso a pensar en ellos y en las consecuencias de exponerlos al sol, la arena y el mar.
Cada mañana veía a muchos nenes entre 2 meses y 2 años con sus pañales, algunos dentro de las carpas, otros a la deriva, algunos con gorros, otros dentro de los cochecitos pero todos en contacto con el sol. Cada mañana las familias se preparaban para ir al mar y entre ellos estaban los bebés sin poder de decisión, sin poder pensar lo bueno y lo malo. Sin embargo, los padres si tienen esa ventaja de poder discernir aunque no lo hagan.
Discernir entre un bebé fresquito en su casa a un bebé expuesto a los rayos del sol.
Discernir entre un bebé con su pañal limpio y seco a un bebé con su pañal dentro del mar, soportando que lo suban y lo bajen según la danza de las olas.
Discernir entre un bebé acariciado por talco y cremas a un bebé acariciado por la áspera arena.
Y muchos dirán que a pesar de ir a la playa los nenes son cuidados. Pero no. Ni con el mejor protector solar, ni con el mejor pañal ni con la mejor arena un bebé puede salvarse de esa exposición.
Así que mi propuesta es un NO A LOS BEBES EN LA PLAYA.
Si tanto se ama a un hijo una familia puede sacrificar unas vacaciones. 

Solange Condurso