Las
palabras que desaparecen
Por doquier,
largas, cortas, con mucho valor y algunas pisoteadas, con poco o mucho
significado.
No, no es
una adivinanza, pero así son las palabras. Algunas que se ponen de moda y otras
que desaparecen.
Todo surgió
al leer el libro “La casa de los conejos”, donde la escritora y protagonista
recordó la palabra “embute”, utilizada por los movimientos revolucionarios de
los años 70 en Argentina. Una palabra anticuada y desaparecida. Seguramente
quienes hayan tenido la suerte de nacer en democracia no la recuerden ni
siquiera sepan qué significa. Entonces surge el interrogante, ¿por qué desaparecen algunas palabras?, ¿por moda o
por motivos socio-politicos?
Porque
justamente “embute” tiene relación con una de las mayores tragedias argentinas,
con la dictadura militar la misma que pudo tener que ver con la desaparición de
palabras, y sobre todo de palabras relacionadas con Los Montoneros. Aunque quizás
no lo hayan logrado en un 100%, si lograron desaparecer una palabra que
generaba una sensación de escape, de engaño, de triunfo por parte de quienes
los militares creían una amenaza.
Cabe
aclarar que el término “embute” al que se refiere este texto no tiene nada que ver
con los embutidos sino con el escondite secreto utilizado por los “subversivos”
según los dictadores.
El libro
que dio el paso inicial para estas palabras es el mismo que contó cómo vivió
una niña la época en que las ideas eran peligrosas, según el “gobierno” de
turno, la época en que había que ingeniárselas para esconder documentación y
embutir las esperanzas.
El acoso
no desaparece
Y aunque
algunas palabras dejan de usarse, se pisotean, se queman para no recordar
épocas nefastas, otras tantas siguen vigentes.
La casa de
los conejos también habla de una mujer esbelta, con ropa que le resaltan sus
formas, y que se siente acosada por la mirada de múltiples varones que la
ponderan de pies a cabeza.
En épocas
donde el acoso callejero volvió a la palestra, este episodio que relata una
niñita demuestra cómo en el país se le hace caso omiso a cosas realmente
importantes.
¿A quién le
hace mal repetir la palabra embute?
¿A quién le
hace mal que las miradas varoniles acosen a mujeres que sólo caminan por la
calle?
Palabras,
acciones, conceptos.
Palabras
que desaparecen.
Acciones
que siguen escalofriantemente en vigencia.