Pleno verano. Un grado más, una página más. Hoy es el día. Hoy es el día para refrescar las ideas, para tener ganas y animarse a jugar entre los renglones imaginarios.
Y aquí estoy: escribiendo. Porque escribir es soñar con algo distinto, no es sólo contar. Hoy escribo para que mis palabras no queden ocultas tras un archivo de word, para hacerme cargo de cada elección, de cada pensamiento. Y sobre todo, hoy escribo para serle fiel a quién me enseñó a querer el mágico oficio de escribir. Un oficio para algunos, una pasión para mí.
En fin, hoy mis ganas se materializaron, hoy voy a construir algo.

jueves, 3 de septiembre de 2015

La guerra y la avaricia mata niños en todo el mundo


El mundo se escandaliza por la foto del nene sirio de 3 años que murió ahogado tras naufragar en la embarcación en la que viajaba para escapar de la guerra, pero el destino quiso que Aylan encuentre la muerte, junto a su hermanito, en una de las playas más exclusivas de Turquia donde un gendarme lo encontró y lo cargó como si cargara el paquete más pesado, un peso que aplastó a toda la sociedad.

Aylan es el resultado de una guerra que lleva años, de una guerra que no respeta edad y ni siquiera respeta siglos. Quizás nadie debiera vivir guerras en pleno siglo XXI, sin embargo, como si fuera la cruda segunda guerra mundial, pero del otro lado del mundo, muchas personas se escapan de su lugar de procedencia pidiendo ser aceptados como refugiados. Y ahí estaba Aylan queriendo ser refugiado pero enfrentó un océano mortal. Y ahí están muchas personas que intentan llegar a Alemania pero se encuentran con una Europa resistentes a los refugiados. Es como si los mismos europeos se olvidaran cuando ellos mismos escapaban de sus tierras para encontrar una mejor vida, así es como llegaron, por ejemplo, a Argentina.

Argentina también se escandaliza por la muerte de Aylan, pero no vocifera cuando un nene boliviano, peruano, paraguayo o de cualquier otro nacionalidad muere por no ser atenderlo en un hospital público.

La hipocresía del mundo...la hipocresía de Argentina

Aylan es una victima de las guerras. Pero hay cientos de victimas en nuestro país que mueren porque, los mismos que se escandalizan por la foto del nene sirio son quienes no aceptan que los hospitales públicos atiendan a inmigrantes que vienen por un futuro mejor.

Parece que es más fácil ver el problema de Europa cuando, en realidad, un nene boliviano o peruano que llega a Argentina también es un inmigrante y se discute si hay que darle o no salud.

Ambas cosas son terribles. En ambos lados del mundo se mueren niños por negligencia de leyes internacionales. Entonces, nadie puede escandalizarse si desde nuestro lado nada está resuelto y se actúa de una forma similar a Merkel, Hollande o quien sea que lidere los países europeos.

Ahora es Aylan, su hermano y el desgarrador relato de su padre que pone en jaque al mundo entero.

Mañana puede ser cualquier otro niño que mató el estado de cualquier país.

¿Por qué?, porque los niños actúan y hablan con el corazón pero el mundo les responde con el bolsillo.

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