Una seca realidad
¿Cómo
expresarlo? Mil palabras, sentimientos y gestos nacen al mirar la fotografía y
ni decir al observar ese fenómeno en vivo y en directo como me sucedió a mí.
Llega
el verano y todos piensan en sus vacaciones, en disfrutar los días al aire
libre, en la pileta, etc. Sin embargo, muy poco se dan cuenta lo que sucede en
realidad.
Una
sola palabra: sequía, pero miles de sensaciones.
La
ausencia de la lluvia dejó marcas irreparables y provocó que el Gobierno de Argentina declare
emergencia agropecuaria en cinco provincias severamente afectadas, informaron
fuentes oficiales.
Si
hacemos un poco de historia se puede recordar que en el 2008 Argentina perdió
35,4 millones de toneladas de granos a raíz de la peor sequía sufrida desde
comienzos del siglo XX como consecuencia del fenómeno climático "La
niña".
Pérdidas
que vuelven para ser perdidas este 2012. Pérdidas que no sirvieron para
remediar. ¿Será que no se aprende de los propios errores? ¿Será que la
naturaleza vuelve a vengarse del hombre?
Porque
no todo tiene que ver con pérdidas económicas (aunque sea de lo único que se
habla) sino con pensar en los hermosos paisajes que la Argentina tiene y no
poder aprovecharlos, no poder admirarlos.
La
tierra se endurece, se agrieta y deja ver ese suelo que antes tapaba el agua,
ese suelo que era habitado por peces y que sentía una húmeda caricia.
Ahora
sólo se ven esas grietas y un escenario triste dónde un par de lágrimas no son
suficientes.
Solange Condurso
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