Pleno verano. Un grado más, una página más. Hoy es el día. Hoy es el día para refrescar las ideas, para tener ganas y animarse a jugar entre los renglones imaginarios.
Y aquí estoy: escribiendo. Porque escribir es soñar con algo distinto, no es sólo contar. Hoy escribo para que mis palabras no queden ocultas tras un archivo de word, para hacerme cargo de cada elección, de cada pensamiento. Y sobre todo, hoy escribo para serle fiel a quién me enseñó a querer el mágico oficio de escribir. Un oficio para algunos, una pasión para mí.
En fin, hoy mis ganas se materializaron, hoy voy a construir algo.

jueves, 30 de julio de 2015

Educandos populares vs conservadores

El término educación varía según los valores e ideología de cada uno, pero el término, a nivel universal, significa la transmisión de conocimientos destinada a desarrollar a las personas.

Si bien la palabra educación es muy amplia se puede sesgar incorporando el término popular para hablar de la formación horizontal, que está relegada, en la mayoría del mundo actual pero, que a su vez, varios gobiernos latinoamericanos, por ejemplo Argentina, fomentan encuentros comunitarios para la integración e inclusión de sectores relegados.

La educación popular va de la mano del educador Paulo Freire que crea un método de alfabetización por el cual las personas adquieren conocimiento y se basan en hechos de la realidad para discutir sobre los mismos. Este es el principal aspecto que se diferencia del método tradicional y global de la educación vertical.

La educación vertical tiene que ver con una única persona que baja su conocimiento al educando sin que el mismo pueda criticar sino que es dominado y se adapta al mundo que le toca vivir. Tal sistema, también conocido como conservador, demuestra que el docente trasmite lo aprendido a un alumno que no discute ni la forma de aprendizaje ni los contenidos que se le brindan.

Así es como nace la regla de que siempre una persona está por encima de la otra y quienes están por debajo no deberían cuestionar eso que se les concede.

En la actualidad, Latinoamerica trata de involucrar a los pueblos relegados con diferentes talleres y metodologías como también existen, Buenos Aires es un ejemplo, pocos pero distinguidos colegios “progresistas” que están en continua lucha con los poderes de turno.

Esos poderes de turno con los que tanto alumnos y docentes tienen enfrentamientos. Por un lado los docentes de colegios públicos tienen una disputa política-económica que genera la falta de clases y a su vez el resquemor con los colegios privados porque la educación conservadora tiene tanto a sus alumnos como a los docentes dominados y domesticados, generando así que gane esa formación vertical por la vorágine que llevan los adultos y sus trabajos. Por otro lado, están los alumnos de colegios “progresistas” que se movilizan contra el poder de turno que está en contra de ese tipo de aprendizaje, de esa educación participativa llena de estímulos.

Es por esto, que ante la lucha de ambas educaciones Freire decidió ir por una pedagogía que acompañe al docente y al alumno para que no los vuelva “robots” con los mismos conocimientos pero sin nada que replantearse.

El mundo no es como te lo dan ni como te lo enseñan, el mundo lo hace cada uno y no está mal que te replantees cosas que, según la mayoría, es lo bien establecido.

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